En Chile, desde finales de marzo de 2020, hemos estado en una condición de alerta sanitaria que ha imposibilitado el uso de nuestros automóviles, con la misma intensidad que veníamos teniendo. Esto implica que los automóviles han dejado de moverse y ello conlleva una serie de anomalías técnicas que pueden controlarse siempre que se lleve un plan de mantenimiento más riguroso, sin necesariamente que se deba acudir a un servicio técnico automotriz.
Cuáles son los elementos o componentes, del automóvil, que se ven expuestos a deterioro:
1.- Neumáticos.
Estos componentes, al no estar en uso -no girando de manera rutinaria- presentarán una deformación en la cara de contacto con el piso o calzada, produciéndose un aplanamiento. Para reducir esta situación, es recomendable realizar dos acciones:
• Inflar cada rueda, con no más del 10% del valor que se recomienda por el fabricante (dato que está visible en el sticker, ubicado en el pilar de entrada al habitáculo del conductor, o en el manual de usuario). Por ejemplo, si los neumáticos se inflan con 32 psi, se deberán inflar a 35 psi.
• Mover el automóvil 50 cm hacia adelante o hacia atrás una vez a la semana (si es que no lo usaste).
• Evitar que el sol de luz directa sobre ellos, pues en dicha situación se acelera el agrietamiento de la cara lateral y aumenta su endurecimieto.
2.- Aceite de motor.
Esta sustancia, encargada de proteger y lubricar las partes móviles e internas del motor de combustión, sufren degradaciones por el nulo o escaso uso del motor. Esto implica que las propiedades, que se declaran por el fabricante del lubricante, no alcanzan a satisfacer las mínimas condiciones de reducir la fricción, limpiar el interior del motor o resistir a la dilución por combustible y, también de la oxidación y acidificación. En el cuadro adjunto se pueden definir las condiciones a las que se expone el aceite del motor y la recomendación para un oportuno cambio.
En la situación normal, el aceite perfectamente extiende su vida hasta el máximo, sin embargo, las condiciones MIXTA y SEVERA, aplican una reducción de la vida útil del aceite por alteraciones físico-químicas en él.
Observación: Para los kilometrajes recomendados, se considera que el lubricante que se ha cambiado en el ejemplo es de naturaleza semi sintética.
3.- Batería.
Este componente hoy en día si ha mostrado su falencia respecto de la inmovilidad del motor. Su función principal es acumular la energía eléctrica que abastece a todo el vehículo y a su vez estabiliza las condiciones de carga que fluctúan desde el alternador.
Su pérdida de carga y, no necesariamente de su vida útil, se fundamenta en la nula excitación de las celdas de carga inmersas en el electrolito, al interior de la batería. Esta excitación solo se puede realizar por el aporte de carga eléctrica desde el alternador, o de una fuente externa homóloga.
La situación de no dar uso al motor por largos periodos de tiempo, lleva a que los consumos menores, ya sean: reloj, alarma y abastecimiento de la o las computadoras a bordo (ECM, TCM, BCM, PCM, etc.) lleven a reducir el voltaje que la batería debe tener.
¿Cómo se ha de realizar una pertinente y segura asistencia de una batería descargada con otro vehículo? Esto sin lugar a duda es aclaratorio:
Paso 1. Conectar pinza positiva en borne + de la batería que asiste (cargada).
Paso 2. Conectar la otra pinza positiva, en el extremo del cable, en el borne + de la batería descarcada.
Paso 3. Conectar la pinza negativa al borne negativo de la batería cargada.
Paso 4. Conectar la pinza negativa al otro extremo del cable, a una pieza que sea chasis o masa del motor (puede ser un perno del múltiple de escape).
Una vez conectados ambos elementos eléctricos, se procede a dar arranque al motor con la batería cargada, esperar a lo menos unos dos minutos y proceder a dar arranque al motor del vehículo con batería descargada.
Si esto no da resultado, debe llamar a un servicio técnico que le preste la asistencia técnica y haga el recambio de la batería. En este caso, se bebe considerar no desconectar la batería, aun cuando no dé arranque, pues existe la probabilidad que funciones prioritarias del vehículo se desconfiguren.
4.- Plumillas y limpiaparabrisas.
Estos componentes que hoy en día se ubican en la luneta trasera también, permiten arrastrar el agua que cae cuando llueve o cuando necesitamos eliminar suciedades que impiden la buena visibilidad del conductor.
En virtud de su exposición constante a la atmósfera, el labio deslizante de la plumilla sufre endurecimiento, pérdida de secciones en su zona deslizante (cuando se acciona y hay presencia de hielo o nieve) y embotamiento con sedimentos de hidrocarburos y otros compuestos.
Para reducir el riesgo de visibilidad y evitar que los cristales se vean expuestos a rayados superficiales que desvirtúan la visión del conductor, se recomienda cambiarlos cada 6 meses.