Las claves de un buen mantenimiento
El sistema de freno de un vehículo automotriz se compone de dos subsistemas: el primero, freno principal o de servicio y el segundo, freno de estacionamiento.
En ambos frenos, se incorporan en fricción, estática o cinética las balatas o almohadillas de fricción, contra la superficie metálica de un tambor o disco de freno.
Dicha fricción depende de la naturaleza constructiva del compuesto utilizado para confeccionar el material de trabajo friccionante, siendo a simple vista muy similar, pero con especificaciones que se dan en función de una nomenclatura alfabética.
En la tabla N°1 se puede observar la nomenclatura alfabética y a su vez, el rango de fricción que se otorga, en condición fría (a 121°C) y en condición caliente (315°C).
En una pastilla o balata de frenos, se especifica un código de dos letras que tienen relación directa con la fricción deslizante entre ellos y los discos o tambores, por ejemplo, si en la pastilla de freno se visualiza la designación EE, la fricción en frio tendrá un comportamiento friccionante que varia entre 0,15 a 0,25 y en caliente, su comportamiento tendrá igual valor. Esto implica que la pastilla o balata no modifica la fricción de trabajo y los freno deben responder a una frenada de manera pareja. Por otro lado, si la especificación fuese FG, el factor de fricción en frio estaría en el rango de 0,35 a 0,45, y en caliente, incrementa su fricción (esto es que mejora la acción de frenado) al rango 0,45 a 0,55.
Si la intención de mejorar los sistemas de freno se dirige a reducir la distancia de frenado en condiciones de alta exigencia, la segunda letra del código, debiese ser F, G o H. por otra parte, si se requiere mejorar la frenada en condiciones urbanas, a baja velocidad y temperatura, la primera letra debiese indicar F, G o H.
Los fabricantes de vehículos de gamas medias optan recurrentemente por instalar elementos de fricción de especificación EE.
Cuando se hace mantenimiento por desgaste de los sistemas de frenos, es importante realizar el rectificado de las pistas de trabajo de discos y/o tambores, o el cambio del componente nuevo si las medidas a rectificar superan los mínimos y máximos admisibles. Todo taller de frenos de prestigio debe informar al usuario de la condición que tienen dichos elementos y realizar técnicamente lo correcto.
Líquidos de freno
Al mismo tiempo que se corrigen las anomalías en los sistemas de fricción, también es necesario si o si cambiar la totalidad del liquido de frenos, que se especifica según la norma DOT y de ella se certifican las respuestas de proteger al liquido de posible ebullición en el interior de los cilindros de freno.
Mezclar líquidos y rellenar depósitos de líquidos de frenos se vuelve prohibitivo, pues alterará el normal comportamiento del sistema y a su vez puede generar daños a componentes internos de circuito.
Por norma general, cada vez que el kilometraje del vehículo llegue a los 50.000 km o hallan transcurridos dos años de uso del liquido de freno, este componente se debe cambiar, pues en el envejecimiento, se reduce la temperatura de ebullición, haciendo más propenso que se produzca una evaporación (ebullición) del líquido de frenos en el interior del circuito, reduciéndose con ello la reacción y fuerza de frenado,
Ante cualquier duda, consulte el manual de usuario, contacte al representante de la marca o asístase por un mecánico que certifique la intervención en este sistema que permite reducir la velocidad y asegurar la vida de los ocupantes del vehículo y de aquellos que lo circundan.