Page 3 - Edición 12 - Revista del Repuesto Automotor
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Editorial












                         País de Grandes ……





                                            Dado que he tenido la oportunidad de conocer parte de nuestro
                                            planeta, sus diversas culturas y sus costumbres, me aventuro a decir
                                            con  convicción  de  que  por  décadas  he  vivido  en  un  país  que  se
                                            transforma y padece de metamorfosis continuas, lo que me lleva a
                                            concluir que he vivido en muchos países, sin moverme del territorio.
                                            Hemos pasado de ser los ingleses, los jaguares de Latinoamérica, un
                                            país modelo para nuestros vecinos y “hermanos”; más todo tiende a
                                            ser relativo, circunstancial.
                                            Nos hemos transformado en no más que un país bananero, con todo
                                            el respeto a los países productores de plátanos, que nada tienen que
                                            ver en esta historia. No obstante el país lo componemos todos los
          Chilenos, los de Plaza Italia para abajo y para arriba, los letrados y los incultos, los ricos y pobres tanto de dinero
          como de espíritu, los adorados y los depreciados, los con trabajo y los cesantes - que es diferente a los trabajado-
          res y los flojos -, los de arriba y los de abajo. Todos estamos juntos en esta larga y angosta franja de tierra.
          Pretender vivir la vida loca, buscando el éxito y la satisfacción inmediata, ha llevado a la mayoría de la población a
          creerse los inmaculados y escogidos, transformando a este grupo en los Alfa Chilensis (Ser con techo de concre-
          to, capaces de lanzar la primera piedra, libres de pecado e iluminados, consignatarios de la verdad absoluta). Los
          Alfa son jueces por naturaleza y con la convicción  de ser perfectos en actitud de vida, conducta ética y modelos
          dignos de imitar, generalmente exitosos y rodeados de pares que buscan alcanzar la misma altura, poco piensan o
          razonan, sólo siguen el carro del carnaval, esperando ganar el titulo de Alfa, si es posible con algún MBA.
          Qué reto más grande para muchos vivir en constante lucha, por no sumarse a la caravana, evitar caer en el mis-
          mo saco, no desear que el 4 x 4 sea superior al del vecino, caso contrario partir raudamente a tunearlo y salir a
          lavarlo el domingo por la mañana para lucirlo, sin importar que el lunes haya  que pagar las cuentas, total queda
          línea de crédito en el banco. Qué más da. Es más importante parecer que ser; es más fácil criticar que crear; “si
          entro, ¿cómo voy?”, es ya una frase acuñada que debería reemplazar en el escudo patrio el lema “Por la razón o
          la fuerza”. ¿ Es que nadie hace algo por nada? ¿Es tan poco convincente, que se puede dar más que recibir? Para
          los Alfa, son  Betas, los que aun confían en la palabra, en la honradez, en los valores esenciales que constituyen
          una familia y la gran familia país.
           “La conducta externa del hombre, por buena que parezca, no es de ninguna utilidad, a menos que sea una ver-
          dadera expresión del estado de su mente. La buena conducta acompañada de malos pensamientos y deseos es
          con frecuencia el resultado de la cobardía y de la hipocresía…”
          “Cuando un hombre se guía por los principios de la reciprocidad y la conciencia, no se haya muy lejos de la ley
          moral.
          Lo que no deseas que otros te hagan a ti, no lo hagas a los demás….”     Confucio


          ¿Cuándo creceremos?


                                          Guillermo Ángel Toro Cárcamo
                                             Presidente Carep a.G.
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