Page 9 - Edición 12 - Revista del Repuesto Automotor
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                         TRANSANTIAGO:



                   QUEMAR LAS NAVES



                                   Diego Ramírez Toro, Editor Revista Carep

          Quemar las naves fue lo que hizo el conquistador espa-  Si el sistema llega a ser amigable y no perjudica a los
          ñol Hernán Cortés cuando sus hombres se rebelaban   ancianos, a las embarazadas, a los escolares, a los disca-
          ante la idea de alejarse de las costas e internarse en el   pacitados, a los trabajadores, a los más pobres, el cambio
          territorio que hoy es México. Cortés sencillamente eli-  valdrá la pena.
          minó la única opción de quienes no estaban convencidos   Cambio rápido en todo caso. De un día para otro, sin
          y querían a todo trance regresar al Viejo Mundo.  Así,   transición. El que aprendió, aprendió, y el que no, lo hará
          mandó prender fuego a los barcos y obligó a su gente a   en el camino. Si esto funciona, el próximo paso podría
          seguirlo. Sin vuelta atrás, era el plan del astuto Cortés.  ser decretar a Chile país bilingüe sin hacer marcha blan-
          El hecho histórico sirve de analogía para entender lo que   ca.
          hoy ocurre con el Transantiago. Estamos en un sistema   Hay que tener ojo con los modelos de pizarrón y tiza.
          nuevo sin vuelta atrás. La tentación del regreso no existe.   La pura teoría debiera haber sido humanizada en las ofi-
          No hay retorno a las micros amarillas, al pago con mo-  cinas donde se planeó el Transantiago. Faltó asumir que
          nedas, a tener bus a cada rato, en cualquier lugar y hacia   aún no somos un país plenamente desarrollado y que
          todas direcciones sin transbordos y con la alternativa de   los procesos de cambio cultural no pueden ser violentos
          un Metro de alta calidad. Tampoco hay retorno a los can-  y aplicados a rajatabla. Faltó entender que son perso-
          tantes callejeros, a vendedores de helados, de bebidas,   nas las que esperan buses. La gradualidad suele ser una
          de agujas de coser y de un millón de cosas más arriba   buena aliada y una gran consejera. La teoría, para que se
          de las micros. No más “sapos” para controlar la “collera”,   valide y legitime, debe ir de la mano con la práctica. Si
          aunque sólo Dios nos dará a entender qué hacer cuando   otros países han aplicado planes similares a éste, pero en
          se acerca la medianoche y no hay buses en la ciudad.   forma progresiva, ese sólo dato tuvo que haber alertado
          ¿ Cómo entender Transantiago ? En síntesis, es una con-  a los cerebros del megaplan.
          cepción  teórica  global  sobre  el  transporte  urbano  de   Por ahora, lo único que puede hacerse es corregir las
          pasajeros. Su apuesta involucra un cambio gigantesco en   imperfecciones desde adentro. Sería irónico que de tan-
          la forma de trasladarse, para erradicar los vicios de las   to parchar el nuevo sistema, este acabe convertido en
          micros amarillas. Pero como todo lo que se hace a gran   un híbrido por donde asome el antiguo espectro de las
          escala, genera repercusiones enormes, y es en el día a día   micros amarillas.
          donde el modelo filtra agua y se empanta-
          na, que es lo que la gente nota y guarda en
          el chip de la memoria colectiva. Por eso, de
          poco sirven a los usuarios las explicaciones
          esperanzadoras  de  la  autoridad,  si  ahora
          deben llegar al paradero con una hora de
          adelanto y rogando al cielo para que a la
          vuelta del trabajo encuentren una micro en
          que volver. No sirve que se diga que éste
          es un “proceso” y que hay que esperar un
          tiempo para ver resultados. Puede ser cier-
          to, pero no ayuda mucho.
          Transantiago es un tremendo experimento
          social. Si llega a tener éxito, cambiará para
          mejor la vida a los santiaguinos. Querrá de-
          cir entonces que la arriesgada apuesta de
          reducir el parque de micros fue correcta.


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